martes, 12 de febrero de 2013

poesía,

de tu cuerpo sobre mi cama, de tu aliento sobre mi cuello, de tus manos sobre mis costillas.

Siento como todo lo que pierdo se va contigo. porque todo lo mío es tuyo. Te confieso; no me arrepiento. Mátame. Mátame si algún día renuncio a la vida que quise querer.
Y quiéreme. Quiéreme si quiero renunciar a la vida que quise por matarme. Porque me mataré en el acantilado de mis sentimientos, de esos que te gritan y tú nunca oyes. Bendito don de la palabra. Maldito don de silencio. 

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